el CAOS

Un año para recordar

Llega a su fin. En este año que acaba hemos tenido de todo. 365 días dan mucho de sí. Muchos recuerdos imborrables y, otros, que mejor desterrarlos de la memoria. Rumores y rumores, golazos, escándalos, más escándalos, más escándalos, peligrosos sucesos para olvidar, deportistas solidarios, 'sonadas' declaraciones. También tuvimos que darle el último adiós a algún 'grande' (Hasta siempre, Ferenc), a otro también 'grande, despedidas, más despedidas, retiradas, retiradas lacrimosas, más retiradas, grandes anécdotas, sorpresas, 'desgraciadas' sorpresas, 'efemérides' y efemérides , injusticias, pero muchas,muchas, muchas, muchas alegrías. ¿Se repetirán el próximo año?

Pero lo que, sin duda, marcó el año fue el hito conseguido por la Selección Española de baloncesto. Y, no sólo por el título, también por la triunfal y magnífica trayectoria hasta la final. Aunque algunos ya daban por hecho quePepu iba a ser el técnico del oro. Y, ahora, toca disfrutar con la ÑBA.

El Barça conseguía, después de catorce años, la ansiada segunda Copa de Europa. Aunque esta campaña no está demostrando todo su potencial. Al igual que Ronaldihno, criticado por no realizar un gran mundial, parece haberse recuperado, erigiéndose, de nuevo, como el empuje azulgrana. Qué harían sin él... Aún con él sus filas, no pudieron contra el eterno rival en un prematuro 'gran clásico' de la Liga. Sin embargo, no pudo poner la guinda a un año magnífico. Luchó contra la pesada losa de la historia, pero no pudo superarla.

El Sevilla labraba su mejor año, que compenzó con levantar la Copa de la UEFA para, después, poner la guinda con la Supercopa. Sin duda, estos resultados le auparon a ser el mejor esquipo del año. El mejor del mundo, no lo olviden. Los andaluces, casi imbatibles, entrarán al nuevo año de la mejor forma posible, y augurando guerra. Lo mejor: el liderato no es un espejismo, no es un equipo relevación puesto que es un firme candidato al título.

El Real Madrid despidió el año, otra vez, en blanco. Y es que este equipo ha dado muchos titulares y muchas anécdotas. Se ha demostrado que el 'estilo Capello' se juega así pero, aunque tratan de tú a tú a los grandes, cometen el riesgo de dejar escapar partidos importantes. Gago, por fin, llegó al Real Madrid, el equipo de sus sueños. Pero costó sangre, sudor, lágrimas...y mucho dinero. Pero el 'niño' ya piensa en triunfar en España. Habrá que darle tiempo.

Quien ya no tendrá más tiempo para demostrar todo su potencial será Cannavaro. Lo que ha conseguido este año es increíble. Jamás entró en sus sueños. Pero el primero del que se habló bastante -antes de tiempo, en la habituales formas de Calderón- fue Marcelo. Según dicen ya, un recambio de garantías de Roberto Carlos. Al brasileño le ha llegado la hora, pero aunque haga un buen papel junto con Gago e Higuaín tendrán muy difícil la tarea de borrar de un plumazo los tres últimos años en blanco. Higuaín está que no cabe en sí de gozo. A sus 19 años todos confían en él, incluso él mismo también viene dispuesto a triunfar. El argentino llega hambriento de goles, y pretendidamente ilusionado con 'jubilar' a Ronaldo, al que no sólo le pesan ya los años. El problema, quizá, sea Gago. Su fichaje ha sido todo un culebrón pero este sucesor de Redondo no tiene un hueco dentro del primer equipo, al menos de momento.

Sin embargo, el futuro parece de ellos, pero el futuro se hace en el presente, en el día a día, en el esfuerzo a corto plazo por lo que estos 'sonados' fichajes deben demostrar que son 'grandes'. Deberán asumir los galones cuando se les otorguen. Eso si el estilo capelliano es capaz de dejarles entrar porque su sistema, al que habría que darle la vuelta, está fracasando rotundamente. Y, aunque algunos se nieguen a aceptarlo, los aficionados prefieren un equipo ganador...pero ofreciendo espectáculo. Y si hubiera sido con la promesa de Kaká, mucho mejor. Capello demostró en varias ocasiones que es él quien manda en el vestuario, y no quiere que nadie se subleve ni pretenda embaucar al resto de compañeros a sumarse a una revolución inútil.
En el plano extradeportivo, el Real Madrid, que continúa sufriendo una de sus mayores crisis institucionales, se cubrió literalmente de 'mierda' con motivo las pasadas elecciones (¿fraudulentas?) en las que salió victorioso un Ramón Calderón incompetente, mentiroso y mediático al que la lengua le pierde. Claro, sus formas y su precipitación han sido la tónica de su gestión. Y eso conlleva muchos problemas, por ejemplo, que se le revuelva el 'gallinero'.
Pero, tranquilos, que ya hay fecha para solucionar este problema que ha metido al club blanco en los tribunales. Algunos candidatos todavía están dispuestos a ser presidentes cuando el problema del voto por correo (lo que desencadenó la polémica) se solucione. Habrá que esperar.

Quien tampoco querrá recordar este año será la Selección Española de fútbol en el esperado Mundial que, al contrario, que sus homólogos del baloncesto, protagonizaron un estrepitoso fracaso. Y eso que empezaron bastante bien, al menos ilusionando. Pero no contaron que había que demostrar la 'furia española' dentro del campo. Desde entonces, sólo ha ido de mal en peor.

Este año se ha caracterízado por ser, lo que han venido a bautizar, "La Liga de las camillas". Y es que nadie comprende la razón por la que se han 'roto' tantas piernas y tantos ligamentos. Sin embargo, algunos ya van en proceso de recuperación y auguran guerra para el 2007.

Pero olvidémonos del fútbol porque el año también tuvo sus alegrías en otros deportes. En tenis, por ejemplo. Moyá cosecharon grandes victorias. Nadal sí que marcó un gran registro, erigiéndose como la 'bestia negra' del mejor tenista del mundo, aunque la hierba se le sigue dando fatal.

Este año que ya acaba también nos ha dejado muestras de futbolistas artistas o, mejor dicho, artistas del fútbol. Pero no todo fue bonito y saludable. Los casos de secuestros de familiares de deportistas se volvieron a dar. Y es que esa raza llamada 'futbolistas' reúnen en su círculo mucho dinero, que despierta la envida de algunos desalmados. Menos mal que ha habido casos con final feliz.

Y, como no, cuando los resultados no acompañan, lo primero es cesar al entrenador. Aunque no tengan la culpa del rendimiento del equipo, él es el responsable y deberá pagar por ello. Sin embargo, no todos son capaces de abandonar su puesto por su propio pie...mejor dicho...no todos son capaces de abandonar su puesto porque no les dejan.

Aún con la ausencia de Jesús Gil (que en paz descanse) los casos de presidentes que se encaran con los periodistas mientras realizan honestamente su trabajo será una de las facetas a desterrar el próximo año.

Uno de los deseos de todos es que algunos equipos históricos de nuestro fútbol estén donde se merecen, pero la trayectoria que han llevado tampoco se puede ser muy positivo. También que se borren las acusaciones a los deportistas por dopaje, una lacra que se ha convertido en la pesadilla de todos. Y nadie se escapa de ello.

También hubo muchos cambios en la televisión. El 'tikitaka' se convirtió en una moda que ha acompañado, desde entonces, las tertulias deportivas en nuestro país. Esperemos que las alegrías se repitan en el nuevo año, un año que, al igual que éste, puede dar mucho de sí.
Nota del autor: Sí, me he aprovechado del trabajo para subir un texto a este blog que, lamentablemente, está un poco olvidado por culpa de no tener Internet en Madrid.

José M. Sánchez "Daze"

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