el CAOS

Jo no t'espere. ¿Y tú?

El fervor de los valencianos por la próxima llegada del Papa Benedicto XVI no tiene fin. O eso parece, porque si los medios de comunicación son el reflejo de los intereses de los ciudadanos, está claro que existe un cierto interés por este evento. La televisión autonómica lleva preparando desde hace varias semanas una programación extraordinaria para ultimar todos los detalles de la visita del Pontífice. La cuenta atrás comenzó ya hace tiempo, y sigue en marcha. La idea es bien clara: desde especiales contando la historia de Joseph Ratzinger hasta la emisión de películas que recogen la biografía de otros pontífices que pasaron anteriormente por el mismo trono. Lo sabemos todo acerca del máximo responsable de Dios en la Tierra.

Sin embargo, no todos están por la labor de acudir en masa a presenciar el discurso de clausura del Quinto Encuentro Mundial de las Familias. De hecho, ya existen más de 460 entidades que llevan denunciando, a través del movimiento Jo no t’espere, el vergonzoso apoyo de las instituciones públicas valencianas a esta visita de intachable importancia para los feligreses y los seguidores de Dios. Y es que el despliegue informativo y promocional que están llevando a cabo se traduce en un derroche de dinero público al que mucha gente no está dispuesta a tolerar.

Para todos ellos, su posición es bien clara:

“No es aceptable que las instituciones públicas estén destinando un volumen
ingente de recursos humanos, económicos, infraestructuras... a unos actos que no
dejan de ser una propuesta de una organización, la Iglesia católica, que ni nos
representa a todos ni es parte del interés común que debe guiar la actuación de
los poderes públicos. Y todo eso en un acto que impone un modelo excluyente de
familia.”

La Iglesia se ha convertido en un negocio. Comercializa con el pecado, el sufrimiento, el dolor y lo traduce en mensajes apaciguadores y charlatanes que tratan de acomodar a nuestras almas. ¿Cuál es el reino de Dios en esta tierra si no sus poderosos ingresos financieros? Pero esta institución necesita que sus clientes permanezcan activos y, aunque todavía existen muchos jóvenes que encuentran reposo y tranquilidad en la Casa del Señor, son cada vez menos los que apuestan por acudir a las iglesias, consideradas patrones de un conservadurismo atroz y un freno al modernismo.

La fuga de practicantes sigue siendo una terrible plaga que el Vaticano no ha conseguido atajar. Y más le valdría cambiar alguno de sus postulados radicalistas porque si de esta manera seguirá asentada en un tradicionalismo arcaico. Se requiere de un proceso evolutivo para que vuelva a casar con la sociedad del momento. Pero continúa andando varios pasos por detrás del progreso.
¿Tiene la Iglesia potestad para involucrarse en los acontecimientos públicos como agentes sociales y expandir sus mensajes reivindicativos producto de la más estricta irreverencia?

Como institución con una larga trayectoria, tal vez se lo pueda permitir, pero reiterar con constantes críticas el desarrollo político-social me parece poco saludable. ¿Así es cómo se ganan adeptos? Uno de los terribles problemas a los que se enfrenta es el mantenimiento del código de Derecho Canónico (es decir, las leyes internas por las que se rige la Iglesia) por el que a menudo ha sido utilizado como argumento para evitar las denuncias por parte de la Policía de los procesos judiciales. Tanto es así que ha ocasionado que algunos dirigentes, acusados de pederastia o abusos sexuales, hayan permanecido en la más absoluta discreción. Y lo peor, sin un castigo ejemplar.

“Durante muchos siglos la Iglesia logró conservar el privilegio de quedar sus
miembros excluidos del ámbito de la justicia civil en relación con los actos
perpetrados por sus miembros. Quedando afectados exclusivamente a la
jurisdicción eclesiástica, en lugar de las leyes estatales. Pero el clero hoy en
día no está exento de rendir cuentas a la justicia civil según las leyes
parlamentarias.”


Parece que nada empaña la imagen de la Iglesia, porque la campaña para lavar su imagen es increíble. En cada evento que preparan de estas dimensiones los detalles están calibrados al milímetro. No se les escapa ni una. Ni los grandes grupos de rock and roll arrastran a tanto público. Ratzinger ha recogido el testigo que inició Juan Pablo II como precursor de la Iglesia más populista y arraigada a la cultura de masas. Valencia será la prueba de ello.

EL CAOS en la blog zone de Periodista Digital

José M. Sánchez "Daze"

3 Comments:

  • Estoy contigo. Esta mañana cuando volvía de Valencia dirección Murcia, pasando por Albacete (no me preguntes por qué) escuchaba en la radio a los valencianos quejándose de que el Papa les va a despertar el sábado y el domingo porque han puesto por toda la Ciudad altavoces y pantallas gigantes para que "todos", sin excepción, se enteren de las misas papales.
    En fin... sólo veo como bueno el hecho de la gran promoción turística para Valencia.
    Un abrazo

    By Blogger Gavilan, at 7/04/2006 12:26:00 a. m.  

  • Lo siento en el alma pero mi condición de apostata y de no ser “devoto” de los salvadores de almas me impiden alegrarme de esa visita, en todo caso será la indiferencia la que valore este evento.

    Un abrazo y feliz verano, dado que por mi parte me ausento unas semanas hasta Septiembre…. ¡Sé feliz!.

    By Blogger Seilgard, at 7/04/2006 03:41:00 a. m.  

  • Si toda la gente que irá a ver al jefe de la secta, se dedicará a seguir la vida de Jesucristo, seguramente no existirían ni la guerra, ni el machismo, ni la especulación, ni el hambre....
    Cuanta energía perdida.

    By Blogger Benet, at 7/06/2006 10:56:00 p. m.  

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