Sin (...) en la costa

Agost, Albatera, Almoradí, Alicante, Altea, Altozano, Aspe, Beneixama, Benidorm, Benissa, Biar, Callosa d’en Sarriá, Callosa del Segura, Calpe, Camp de Mirra, Castalla, Cocentaina, Crevillente, Dénia, Elda, El Palamó, El Rebolledo, Elche, Guardamar, Ibi, La Vila, Monforte del Cid, Muro, Mutxamel, Novelda, Orihuela, Onil, Petrer, Santa Pola, Sant Vicent, Sax, Villena, Xábia, Xixona y, por supuesto, Alcoy. Imagínense. Así, un total de 38 localidades de la provincia alicantina. Pero parece que lo han conseguido. El miedo ha podido más que todas las tradiciones históricas juntas. Ante esa situación de incertidumbre, ¿es mejor “pasar” de la fiesta? Indudablemente no, porque no se arremete contra nadie.

El término “moro” es políticamente incorrecto y, por tanto, insultante. Por esta razón, las entidades islámicas han considerado oportuno que, en pleno siglo XXI y con unas fiestas de (...) y Cristianos ya tradicionales, se deben representar sin parafernalia belicista, sin espadas ni lanzas en “aras de la buena convivencia”. Y todo para que no haya “vencedores” ni “vencidos”.

Eliminar de los pueblos unas representaciones tan arraigadas entre los ciudadanos, ya que son consideradas, algunas de ellas, de interés turístico internacional, puede conllevar pérdidas económicas multimillonarias. Y es que los festeros van preparando este acontecimiento durante todo el año, dejándose la ilusión y sus ahorros en cuatro o cinco escasos días que se viven con intensa inmediatez. Para algunos son los únicos momentos en los que reunirse con sus familiares y amigos.

Las características en común de todas ellas son los típicos desfiles de las tropas de los dos ejércitos, el (...) y el cristiano, aderezadas con espectaculares bandas de música que obtienen una contraprestación económica por ser la banda sonora durante los días que dura la fiesta. Es arte, tradición, cultura. Y, de ello, viven muchas personas, que dedican un gran esfuerzo en los ensayos para obtener unos escasos ingresos para poder continuar con la actividad. Pero no es sólo eso. Tal y como se configuran las representaciones, los bandos se organizan por agrupaciones en los que disfrutan de la compañía de conocidos, amigos y familiares, momentos en los que se come, se bebe. Se convive. Sin olvidarnos de los espectáculos callejeros, momentos únicos para la puesta en escena de teatro amateur, actos pirotécnicos, momentos únicos en los que las tiendas de pólvora hacen su agosto, o conciertos, momentos únicos para inyectar alegría en los grises barrios. Porque en torno a la fiesta hay una extensa maquinaria de negocio de la que viven numerosas personas.

¿Qué pasaría entonces si desaparecieran del mapa? Estudiantes, Musulmanes Almorávides, Huestes del Cadí, Satures, Benemerines, Huestes del Califa, Abbasíes, Sarracenos, Caballeros Halcones, Beduinos, Almogávares, Marroquíes, Berberiscos, Dragones de San Jorge, Benimerines, Omeyas, Maseros, Caballeros del Cid, Castellano-leonesa, Tuareg (...)

Es una tradición antigua que representa un hecho histórico: Rememoran la Reconquista, un hecho histórico y considerado como pieza fundamental en la actual configuración étnica y territorial de nuestros pueblos. Y es que es así de simple. Son tradiciones de los diferentes pueblos de la Península Ibérica que conmemoran las diferentes incursiones berberiscas a través del Mar Mediterráneo en el siglo XVI. Pero, sin lugar a dudas, responden a la espontaneidad de sus ciudadanos. No hacen daño a nadie, porque están planteadas, aunque de forma etérea, como bálsamo contra la rutina diaria.

José M. Sánchez "Daze"